Ante protestas populares por el alza al diésel que pasó de 1.80 a 2.80 dólares por galón.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa decretó este martes el estado de excepción en siete de las 24 provincias del país, tras registrarse protestas por la eliminación del subsidio al diésel.
La medida se aplicará en Carchi, Imbabura, Pichincha, Azuay, Bolívar, Cotopaxi y Santo Domingo, con una vigencia de 60 días, bajo el argumento de “grave conmoción interna”.
Con el retiro del subsidio, el precio del diésel pasó de 1.80 a 2.80 dólares por galón, lo que generó inconformidad en organizaciones de trabajadores y estudiantes que consideran que el ajuste “impacta en el costo de vida”.
Durante las manifestaciones, transportistas bloquearon vías en distintas regiones, entre ellas la carretera Panamericana Norte a la altura del ingreso a Quito, que fue despejada por la policía.
El decreto presidencial autoriza a las fuerzas policiales y militares a impedir y desarticular concentraciones en espacios públicos donde se identifiquen riesgos para la seguridad, además, suspende la libertad de reunión en las provincias mencionadas.
El gobierno señaló que los bloqueos “han afectado la cadena de abastecimiento de alimentos y obstaculizado la movilidad de personas y mercancías”.
Mientras tanto, en la ciudad de Cuenca, capital de Azuay, se convocó a una marcha contra un proyecto minero operado por una empresa canadiense.
Desde ahí, Marlon Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), exigió la derogación del decreto que eliminó el subsidio al diésel.
Por su parte, el Frente Unitario de Trabajadores anunció una movilización nacional para el 23 de septiembre, mientras que estudiantes universitarios llamaron a manifestarse en Quito durante la tarde de este martes.