Lo que debía ser un ejercicio de rendición de cuentas por parte del Sistema DIF Quintana Roo se transformó, para muchos, en un acto de proyección política cuidadosamente armado.
El reciente informe de actividades de Verónica Lezama Espinosa, presidenta honoraria del organismo y hermana de la gobernadora Mara Lezama, dejó de lado la institucionalidad para abrir paso al lucimiento personal, con una puesta en escena que incluyó campañas de redes pagadas, cobertura oficial masiva, shows en vivo y una narrativa emocional digna de precampaña.
Desde días antes del evento, las redes sociales se inundaron con mensajes promocionales, imágenes con producción profesional y anuncios segmentados que exaltaban la figura de Verónica. La estrategia, lejos de ser discreta, apuntó a construir una imagen en un tono que muchos interpretan como un intento por posicionarla públicamente rumbo a futuros escenarios electorales.
La crítica más recurrente es el uso de recursos públicos e institucionales para proyectar a una figura familiar de la mandataria estatal,
Aunque el cargo de presidenta del DIF tradicionalmente ha sido ocupado por esposas o familiares de los gobernadores, en este caso la intensidad de la promoción y el despliegue mediático han encendido las alarmas.
Cabe recordar que hace unos meses se aprobó una reforma constitucional impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum que busca prohibir el nepotismo electoral, obligando a que ningún familiar de un funcionario pueda postularse para el mismo cargo hasta 2030, sin embargo, la mandataria enfatizó que “Se va a ver muy mal el partido político que ponga a un familiar como candidato en 2027”
Hasta el momento, no existe una investigación oficial sobre el uso de recursos públicos con fines políticos en este caso. Sin embargo, organizaciones de la sociedad civil han comenzado a documentar posibles irregularidades y alertan sobre la urgencia de revisar los marcos legales que regulan la promoción de servidores públicos honorarios o no en eventos institucionales.
A la sombra de la figura de su hermana gobernadora, Verónica Lezama podría estar dando el primer paso en una ruta que mezcla los lazos de sangre con el poder. El tiempo dirá si esto fue simple protagonismo o nuevamente el apellido Lezama Espinoza estará las boletas electorales.
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